Imponentes gigantes coronan la entrada de la mayor fortaleza medieval del mundo. Su guardia real resguarda, a media sombra, las edificaciones que encierran las paredes del recinto. La catedral de San Vito, el Palacio Real, la Basílica de San Jorge y la Callejuela de Oro representan sus principales obras maestras.
Sus murallas han preservado el conjunto monumental de estilos artísticos: románico, gótico, renacentista y barroco, sumados cronologicamente con el paso de las diferentes dinastías. No obstante, el estilo gótico marco en mayor medida el carácter de esta sede real, en especial, bajo el reinado de Carlos IV, Rey de Bohemia, Emperador Románico-Germánico y hoy en día, figura de respeto para cualquier habitante de la República Checa.
Sus murallas han preservado el conjunto monumental de estilos artísticos: románico, gótico, renacentista y barroco, sumados cronologicamente con el paso de las diferentes dinastías. No obstante, el estilo gótico marco en mayor medida el carácter de esta sede real, en especial, bajo el reinado de Carlos IV, Rey de Bohemia, Emperador Románico-Germánico y hoy en día, figura de respeto para cualquier habitante de la República Checa.
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